Me miras y te miro. Nos abrazamos y sonreímos tontamente. Abres la palma de tu mano y rápidamente la cubro son la suavidad de la mía. Te guiño un ojo y tu lengua se precipita hacia el pantano que representa mi boca. Nos dejamos llevar y nos permitimos el gran lujo de transpirar juntos. Somos dos corazones en medio de uno. Y así durante ese infinito que supone estar juntos, aunque nos sintamos instante pequeño. Eres irremediable y también creo que somos inalcanzables y por ello nunca permitiré que termine este vals.
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