jueves, 27 de marzo de 2014

Anita, una niña mala

Anita siempre ha sido mala, muy mala, excesivamente mala, repugnantemente mala.  Sin embargo nunca he podido librarme de ella. Es como una pulga aferrada a mi vida. Y todo por culpa de mi mujer. Si hubiera sido por mí ya la hubiera desahuciado. Cada vez que la despiertas, explota de rabia y te clava profundas puñaladas en la piel. El día que consiga convencer a mi mujer, chillaré: Anita, cariño, se acabó todo. ¡No eres más que una puta y maldita cuchilla! El único problema es que Anita tiene alas y regresa. ¿Sabéis qué? ¡Ojalá se muera!


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