jueves, 12 de junio de 2014

Tres y justamente tres

Tres pantalones de puntas deshilachadas se embriagan del caótico desorden de la sala al absorber a aquellos soldados de polvo que la escoba no pudo acoger. Tres. Justamente tres. Un trío de telas desenmarañado por el arrecife de tiempo busca dueño, compañero de vigilias bajo el azulado reflejo del cielo para poder besar y escapar de este suplicio de viento, recuerdos y anhelos.


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