Como un huracán de garras afiladas,
como una caída vertiginosa desde lo alto de un ático,
como una cuchilla que de tanta hoja que presenta te desgarra la piel de cuajo,
como una resaca apoteósica inmune a los efectos del ibuprofeno, como una habitación oscura y llena de pesadillas,
como un manojo de flores secas,
como un invierno bajo cero y el cuerpo carcomiéndose de frío,
como una estela de las palabras más horribles del universo,
como una muerte dolorosa y sin anestesia,
como una riña entre chicas quinceañeras,
como el deseo de matar a quien te hizo daño,
como un disparo certero en el alma,
como una anestesia letal,
como una patada al pecho que te anega la respiración,
como un manojo de espinas clavado en la garganta,
como un trago de veneno,
como ese maldito recuerdo del día en el que me dijiste: "te quise, te quiero y siempre te querré"
como una caída vertiginosa desde lo alto de un ático,
como una cuchilla que de tanta hoja que presenta te desgarra la piel de cuajo,
como una resaca apoteósica inmune a los efectos del ibuprofeno, como una habitación oscura y llena de pesadillas,
como un manojo de flores secas,
como un invierno bajo cero y el cuerpo carcomiéndose de frío,
como una estela de las palabras más horribles del universo,
como una muerte dolorosa y sin anestesia,
como una riña entre chicas quinceañeras,
como el deseo de matar a quien te hizo daño,
como un disparo certero en el alma,
como una anestesia letal,
como una patada al pecho que te anega la respiración,
como un manojo de espinas clavado en la garganta,
como un trago de veneno,
como ese maldito recuerdo del día en el que me dijiste: "te quise, te quiero y siempre te querré"
Así fue nuestra despedida,
el final de esa historia en la que dos amores acabaron
el final de esa historia en la que dos amores acabaron
disolviéndose,
fusilándose,
borrándose
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